Paso 1: Reconocer la violencia y buscar ayuda
El primer paso para denunciar un caso de violencia de género es reconocer que se está siendo víctima de una situación abusiva. La violencia de género no solo implica agresiones físicas, sino también maltrato psicológico, sexual, económico o incluso control coercitivo, como limitar las relaciones sociales o el acceso a recursos financieros. De hecho, suele empezar por pequeños gestos de control e ir escalando hasta las agresiones físicas.
En este sentido, es esencial que las víctimas sepan que no están solas y que existen recursos inmediatos de apoyo, como el 016, un teléfono gratuito disponible 24 horas para la atención a víctimas de violencia de género. Las víctimas también pueden acudir a los servicios sociales municipales (CIM) o a organizaciones no gubernamentales que ofrecen asesoramiento especializado.
Paso 2: Presentar la denuncia
Una vez la víctima decide denunciar, puede hacerlo de varias formas. La denuncia puede presentarse en cualquier comisaría de policía, en el juzgado de guardia, o bien llamando a los CCFFSE (Policía Nacional, Policía Local o Guardia Civil, en función de dónde se encuentre) para que acudan si el peligro es inmediato..
En el momento de presentar la denuncia, es crucial proporcionar todos los detalles posibles sobre los hechos: fechas, horas, lugares, testigos y cualquier tipo de prueba, como mensajes de texto o correos electrónicos. Si ha habido agresión física, lo más recomendable es acudir a un centro médico para que un profesional sanitario documente las lesiones sufridas mediante un parte, que se incluirá en la denuncia.
Albor Abogados, a través de su abogada especialista Alejandra Rodríguez Arranz, ofrece asesoramiento personalizado a las víctimas de violencia de género desde el primer momento, ayudándolas a redactar la denuncia de manera eficaz y acompañándolas durante todo el proceso legal.
Paso 3: Orden de protección para la víctima
En el mismo momento de interposición de la denuncia se podrá solicitar y después el juzgado acordará si lo considera, lo que se denomina Orden de Protección, que son un conjunto de medidas cautelares de carácter penal y civil.
Entre las penales se encuentran la obligación del denunciado de abandonar el domicilio familiar, la prohibición de acercarse y/o comunicarse con la víctima por cualquier medio telefónico o telemático, incluso a través de otras personas, la prohibición de acercarse a determinados lugares, el control telemático (pulsera) o incluso la prisión.
Entre las medidas civiles se encuentran las relativas a los menores (exclusión de la custodia compartida, eliminación de visitas, ejercicio exclusivo de la patria potestad, establecimiento de una pensión de alimentos) y las relativas a la vivienda (adjudicación del uso de la vivienda familiar, del ajuar doméstico, del vehículo…)
Las medidas penales estarán vigentes, en principio, durante toda la tramitación del procedimiento, sin embargo, la vigencia de las civiles, en cuanto que medidas cautelares, es de 30 días hábiles, plazo en el que habrá de presentarse demanda ante el Juzgado a fin de que las ratifiquen.
La rapidez en la adopción de estas medidas es fundamental para garantizar la seguridad de la víctima y de su entorno familiar.
Paso 4: Derechos de la víctima
Las víctimas de violencia de género tienen una serie de derechos reconocidos por la ley. Entre ellos se incluye el derecho a la asistencia jurídica gratuita, sin necesidad de demostrar previamente la insuficiencia de recursos económicos. También tienen derecho a recibir apoyo psicológico y social, así como, a que se adopten medidas para evitar el encuentro visual en los juzgados.
Asimismo, la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, establece el derecho a que las víctimas reciban una protección efectiva y un trato especializado durante todo el proceso judicial. Esto incluye evitar la revictimización en los interrogatorios y garantizar su seguridad en los actos procesales.
Conclusión
Denunciar un caso de violencia de género es un acto de valentía que abre el camino para obtener libertad, protección y justicia. Aunque el proceso puede parecer intimidante, es importante recordar que la víctima no está sola. Existen recursos legales y sociales que le brindan apoyo, y un equipo de profesionales especializados puede acompañarla en cada paso del camino.
El equipo de Albor Abogados, bajo la dirección de la abogada Alejandra Rodríguez Arranz, se especializa en acompañar a las víctimas de violencia de género durante todo el proceso judicial, brindándoles un asesoramiento cercano y profesional que les permite tomar decisiones informadas y seguras.